Chispas beduinas en el Neguev
Un programa de forestación de zonas de propiedad gubernamental en el desierto del Neguev provocó el martes violentas protestas de grupos de beduinos que ven en la iniciativa del Fondo Nacional Judío un intento de expulsarles de la tierra en la que viven de manera irregular en chabolas y otras construcciones precarias. Varios beduinos han sido detenidos y dos policías israelíes han resultado heridos en una jornada de disturbios en la que los alborotadores también han lanzado piedras contra agentes y vehículos en marcha, además de quemar neumáticos, contenedores de basura y varios coches.
El Fondo Nacional Judío es la organización sionista sin ánimo de lucro encargada desde 1901 de comprar tierra en Palestina para el establecimiento allí de los judíos. Una de las actividades que sigue desarrollando en cooperación con el gobierno es la plantación de árboles a lo largo y ancho del territorio, que simboliza la recuperación por parte de los judíos de la que había dejado de ser su tierra.
Durante décadas, Israel ha intentado reubicar a la población beduina en ciudades planificadas y funcionales, pero una parte sustancial de esta minoría de tradición nómada se resiste a los cambios y sigue viviendo en un archipiélago de asentamientos ilegales sin agua o electricidad esparcidos por el desierto del sur de Israel. Líderes beduinos y sus portavoces en las oenegés y los medios le recriminan al Estado de Israel que haya destruido el estilo de vida nómada de este pueblo. Otro de los reproches que le hacen al Estado es que no suministre agua corriente y electricidad a los poblados chabolistas beduinos.
La tensión desatada por el programa de forestación en el Neguev ha provocado una tormenta en la coalición que gobierna Israel. El líder de la Lista Conjunta, Mansur Abás, ha anunciado que dejará de votar con sus compañeros de coalición en la Knéset (parlamento israelí) mientras el gobierno no detenga la plantación de árboles en el Neguev. La Lista Conjunta representa los intereses de los árabes de Israel, y tiene en los beduinos (una tribu árabe) uno de sus caladeros de votos. La mayoría parlamentaria en que se sustenta el gobierno de Israel es de 61 escaños del total de 120 de los que se compone la Knéset. Los 5 diputados de la Lista Conjunta son fundamentales para que el gobierno pueda seguir aprobando leyes.
En un artículo publicado en diciembre de 2020 por Israel Hayom, Dan Schueftan describía así algunos de los problemas a los que se enfrenta Israel en el Neguev: “Beduinos armados causan estragos en el sur, robando equipos militares de los campos de tiro del ejército, traficando con drogas y dedicándose al contrabando. Según el Ministerio de Servicios Sociales, alrededor de un 30 % de familias beduinas en el sur son polígamas. El político beduino Talab Abur Arar, que tiene dos esposas, fue diputado de la Knéset.” El artículo se titulaba El tribalismo de las minorías está fuera de control, y puede leerse aquí.