El Al, el Mir y el ministro Kuleba
Un terrorista palestino apuñaló anoche a dos policías israelíes en la ciudad vieja de Jerusalén. Los dos agentes resultaron heridos pero su vida no corre peligro. El terrorista fue liquidado tras el intento de asesinato.
Foto: Policía de Israel.
El ministro de Exteriores israelí Yair Lapid se ha reunido con su homólogo estadounidense Antony Blinken en Riga para hablar de la mediación israelí entre Moscú y Kiev. Blinken agradeció los esfuerzos israelíes para parar la agresión rusa a Ucrania y Lapid aseguró que la mediación no implica que Israel no condene la ofensiva militar rusa. “La manera de parar una guerra es negociar; Israel habla con las dos partes … y trabaja en completa coordinación con nuestra mejor aliado, Estados Unidos, y nuestros socios europeos”, dijo Lapid.
Los dos políticos también trataron el acuerdo nuclear iraní. Medios internacionales han advertido de que Putin está condicionando su apoyo al acuerdo nuclear con Irán a que Occidente exima los tratos comerciales de Rusia con los ayatolás de las duras sanciones que le ha impuesto en represalia por la guerra contra Ucrania.
El primer ministro israelí Bennett se reunió el sábado con Putin y ha hablado repetidamente tanto con el autócrata ruso como con la némesis de éste Zelenski. Según televisiones israelíes, Bennett salió de la reunión convencido de que Putin no ha perdido la cabeza “ni sufre ataques de ira”, como se ha vehiculado desde círculos gubernamentales occidentales. Según el Canal 12, Rusia ha dado a entender por vías diplomáticas que conoce la localización de Zelenski pero no tiene intención de liquidarlo. Visto el festival de mentiras en que ha incurrido recientemente el Kremlin, no se sabe por qué alguien debería creer al régimen de Putin en esto.
Como ya es tradición desde hace años en las reuniones al más alto nivel entre Jerusalén y Moscú, la traducción en el encuentro de Bennett-Putin corrió a cargo del ministro israelí de Vivienda Ze’ev Elkin. Elkin nació en Kharkiv (o, como lo están traduciendo los medios españoles, Járkov), en el este de Ucrania. Mientras él traducía a Bennett y Putin, un hermano suyo huía con su familia del asedio ruso a la ciudad natal de los Elkin.
Ze’ev Elkin. Wikimedia Commons.
El ministro de Exteriores ucraniano Dmytro Kuleba ha recriminado a la aerolínea israelí El Al que acepte pagos a través del mecanismo ideado por Rusia para evadir las sanciones internacionales: “Mientras el mundo sanciona a Rusia por sus bárbaras atrocidades en Ucrania, algunos prefieren hacer dinero manchado de sangre ucraniana. Aquí tenemos a El Al aceptando pagos con el sistema ‘Mir’ diseñado para evadir las sanciones. Una inmoralidad y un golpe a las relaciones ucraniano-israelíes.” Algunos usuarios le han recordado respetuosamente a Kuleba que El Al tiene la obligación moral de ofrecer servicios en todos los lugares donde haya judíos. Tres horas después del tuit de Kuleba, El Al aclaraba en su cuenta de la red social que no acepta pagos con Mir desde el pasado 28 de febrero. La invasión rusa a gran escala comenzó el 24. La aerolínea israelí también recordó que, desde que empezó la guerra, ha transportado centenares de toneladas de ayuda humanitaria y equipos médicos a Ucrania y ha llevado hasta a Israel a numerosos huérfanos y refugiados ucranianos.