El día después del asesinato de Dimentman
Cientos de judíos religiosos acudieron el viernes al funeral de Yehuda Dimentman, el joven de 25 años asesinado un día antes por dos pistoleros palestinos que ametrallaron el coche en el que viajaba. La ceremonia empezó en la yeshivá, escuela religiosa judía, de Homesh, un antiguo asentamiento de Samaria, nombre judío de uno de los territorios de Cisjordania, desmantelado en 2005 por el gobierno israelí. Grupos de judíos religiosos intentan reconstruirlo de manera clandestina desde entonces.
Mientras amigos, familiares y simpatizantes despedían a Dimentman cerca de la carretera en que murió tiroteado, las fuerzas de seguridad de Israel peinaban Cisjordania en busca de sus asesinos. Los esfuerzos dieron resultado. La madrugada del domingo, seis palestinos fueron detenidos cerca de Jenín, en Cisjordania, por su participación en el crimen. Entre los detenidos están los dos supuestos autores materiales. Según el servicio de inteligencia interior de Israel, el Shin Bet, los asesinos son miembros de la Yihad Islámica.
Al término del shabat, y horas antes de que se produjeran las detenciones, activistas nacionalistas de derecha erigieron en Homesh varias construcciones provisionales de madera contrachapada en torno a la estructura que ya albergaba la sinagoga. La familia de Dimentman y la derecha nacionalista religiosa habían pedido al gobierno que volviera a permitir construir en Homesh para que la muerte del joven no sea en vano. A primera hora del domingo, el ejército israelí demolió las nuevas estructuras y acordonó la zona. Decenas de judíos religiosos y activistas de derecha protagonizaron incidentes con los soldados después de las demoliciones. Bezalel Smotrich, diputado del Partido Religioso Nacionalista, denunció el desmantelamiento de las nuevas construcciones como un premio a los terroristas.
El jueves por la noche, horas después del asesinato de Dimentman, israelíes residentes en asentamientos causaron destrozos en un pueblo palestino cerca de Nablús. Los violentos entraron en una casa particular y golpearon a Wael Moqbel. Una foto cedida por la prensa palestina al Times of Israel muestra a la víctima con el rostro tumefacto por los golpes. Durante el fin de semana, tres israelíes han sido además detenidos por quemar un coche en el norte de Cisjordania, y varios palestinos han resultado heridos por piedras lanzadas por israelíes residentes en asentamientos en venganza por el asesinato de Dimentman. También en Cisjordania, un grupo de palestinos apedreó un autobús israelí. El conductor resultó herido por el impacto de los cristales rotos.
En Jerusalén, 13 personas fueron detenidas el sábado por la noche por su conducta disruptiva durante una marcha en la que nacionalistas judíos pedían al gobierno más dureza en su respuesta a los últimos actos terroristas contra israelíes. Los participantes en la marcha entonaron canciones patrióticas y el conocido eslógan “muerte a los árabes”.
Mientras tanto, un joven palestino fue detenido el domingo en Jerusalén tras intentar clavar un cuchillo a dos judíos ultraortodoxos, en un nuevo ataque contra judíos religiosos en la capital disputada de Israel. El sábado por la mañana, una mujer palestina de 65 años fue detenida por apuñalar a una israelí de 38 junto a la Tumba de los Patriarcas en Hebrón, Cisjordania. La víctima sufrió heridas leves en el ataque.
Gabriel Boric le ha ganado al conservador Kast en Chile. El Jerusalem Post ha titulado así la noticia: “El antisionista de izquierdas Boric gana las elecciones presidenciales en Chile”. Boric ha condenado sistemáticamente las acciones de Israel mientras callaba ante los asesinatos perpetrados por el terrorismo palestino. En octubre de 2019 respondió a una felicitación del año nuevo judío por parte de la comunidad hebrea chilena con este mensaje: “Agradezco el gesto pero podrían partir por pedirle a Israel que devuelva el territorio palestino ilegalmente ocupado.”
A partir de una idea expresada previamente en El Correo de Israel, he escrito este artículo para Libertad Digital.