Hezbolá iba a matar en Colombia y la confesión del rabino en jefe de Irán
El ministro de Defensa de Colombia Diego Molano anunció este domingo en una entrevista en El Tiempo que las fuerzas del orden del país suramericano detuvieron y deportaron hace dos meses a dos terroristas de Hezbolá que preparaban un atentado en territorio colombiano. Molano también expresó su preocupación por el apoyo que el régimen chavista de la vecina Venezuela presta a esta organización terrorista de obediencia iraní. Según El Tiempo, el Mossad y otros servicios de inteligencia extranjeros descubrieron recientemente que operativos de Hezbolá tenían vigilado a un antiguo diplomático y exagente de inteligencia israelí que había abierto un negocio de tecnologías de seguridad en Bogotá. El empresario fue evacuado a Tel Aviv en una operación secreta tras conocer el Mossad los planes de Hezbolá de asesinarle. Hezbolá también espió a ciudadanos estadounidenses residentes en Colombia. Estas acciones buscarían vengar el asesinato en enero 2020 por parte de Estados Unidos del general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán y responsable de la organización de atentados en que murieron centenares de ciudadanos estadounidenses. Irán ha castigado a Israel con atentados de Hezbolá contra israelíes o simplemente judíos en el exterior en varias ocasiones. En 1994, una bomba colocada por operativos del grupo terrorista en la sede bonaerense de la Asociación Mutual Israelita Argentina mató a 85 personas. En 2012, cinco turistas israelíes fueron asesinados por un terrorista suicida en Bulgaria. Ese mismo año Chipre juzgó y condenó a un terrorista de Hezbolá por preparar ataques en la isla, donde las autoridades desbarataron hace poco un plan para golpear a empresarios israelíes en su territorio que también estaría patrocinado por Irán.
El asesinato de Soleimani a través de un dron activado por Trump que dio muerte al general iraní durante una visita a Bagdad fue un golpe durísimo para Teherán que provocó la humillación y la furia de los partidarios de los ayatolás. El rabino en jefe de Irán, Yehuda Gerami, ha contado durante una visita a un centro de Chabad en Virginia, Estados Unidos, cómo vivió la comunidad judía persa el clima de tensión creado por el asesinato. “La situación era muy delicada”, dijo el rabino durante su ejecución. “Delicada no por el gobierno, sino por la gente, que quería vengarse”. Ante esa situación de “peligro”, Gerami decidió y los demás líderes de la comunidad decidieron “dar entrevistas y decir” que condenaban el asesinato. Poco después de la ejecución a distancia de Soleimani, el rabino en jefe de Irán dijo en un mensaje en hebreo dirigido a los israelíes: “No representáis al judaísmo”. Gerami dejó claro durante su visita estos días en Virginia que esta hostilidad hacia el Estado judío es una estrategia de supervivencia necesaria para vivir relativamente tranquilo en Irán, donde el régimen habla abiertamente de destruir a Israel, ha ordenado el asesinato de judíos en todo el mundo y utiliza habitualmente retórica antisemita. Pese a ello, los menos de 10.000 judíos que quedan en Irán tienen a su disposición escuelas hebreas, sinagogas y establecimientos kosher en las grandes ciudades. Gerami, que habló también del impacto que las sanciones económicas tuvieron sobre el bienestar de su comunidad, resumió de la siguiente forma la situación. (Quizá por ser Teherán una de las principales amenazas para los templos judíos en todo el mundo) “Irán es el único lugar donde las sinagogas no necesitan seguridad, pero tenemos que ser inteligentes, porque somos huéspedes y tenemos que ser diplomáticos”, dijo el rabino en jefe. Este perfil bajo al que obliga vivir en territorio hostil ha sido una constante en la vida judía de la diáspora, y excluye a los judíos iraníes de actividades contenciosas como la política. Gerami dijo también que los judíos iraníes tienen vetados los cargos de importancia en el ejército y otras instituciones estratégicas. “Quizá tampoco puedan estudiar cosas relacionadas con la energía atómica”, dijo el rabino, que tenía previsto regresar esta semana a Irán, con una sonrisa. (The Times of Israel)