Irán avanza hacia la bomba, el último derechista de la radio y el Holocausto en Indonesia
La portavoz del ministerio de Exteriores ruso, María Zakharova, expresó ayer la “profunda preocupación” de su país por los ataques israelíes en Siria, donde Moscú tiene desplegadas tropas para apoyar al dictador Asad. “Pedimos otra vez con insistencia que Israel se abstenga de este uso de la fuerza”, dijo Zakharova, que tachó los bombardeos israelíes de “violación flagrante de la soberanía de Siria”. La portavoz de la diplomacia rusa advirtió de que “estas acciones suponen un riesgo para los vuelos internacionales de pasajeros”, y aseguró que Rusia rechaza cualquier “intento de convertir Siria en el escenario de una confrontación armada entre dos países terceros”. La aviación israelí golpea periódicamente en Siria infraestructuras militares y depósitos o cargamentos de munición pertenecientes a las milicias hostiles apoyadas por Teherán en territorio sirio. Jerusalén avisa previamente de estos ataques a Moscú para evitar que los militares rusos allí desplegados respondan o resulten heridos. Este modo de proceder es percibido por los observadores del conflicto como una aprobación tácita por parte de Rusia. Las declaraciones de Zakharova siembran dudas sobre la vigencia de este acuerdo.
El ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, recordó el jueves ante su homóloga alemana, Annalena Baerbock, en Tel Aviv que Irán constituye un peligro más allá de su programa nuclear. “Irán es Hezbolá en el norte [de Israel], Irán es Hamás en el sur, Irán es un exportador de terrorismo desde el Yemen a Buenos Aires”, dijo el ministro. Los países que participan en la negociación, declaró Lapid “no pueden ignorar” esta realidad. Por su parte, Baerbock defendió los beneficios que traería el acuerdo también para Israel.
Durante su visita a Israel, Baerbock también se reunió con primer ministro israelí Naftali Bennett. Durante el encuentro, Bennett insistió en que el regreso al pacto nuclear será negativo para la región, y volvió a pedir a los países occidentales que establezcan una fecha límite para llegar a un acuerdo.
Tras participar en una reunión con dos negociadores estadounidenses que les comunicó el estado de las conversaciones con los ayatolás, el senador Chris Murphy ha escrito en la revista Time: “Si Irán quisiera buscar el arma nuclear hoy, es probable que sólo necesitara sesenta días para desarrollar el combustible que necesita”. “Es una realidad aterradora para nuestros amigos en Oriente Medio, especialmente para Israel”, agregó el senador. La exsub-secretaria de defensa con Obama, Michèle Flournoy calificó el estado de las cosas de “verdaderamente alarmante”.
Según dijo la ministra de Exteriores alemana en Tel Aviv, las negociaciones con Irán han entrado “en la fase final” y están en “un punto crítico”.
Los partidos de oposición en Israel anunciaron ayer que dejan de conceder entrevistas a las Radio del Ejército después de que la cadena decidiera prescindir del periodista pro-Netanyahu de derechas Jacob Berdugo en el programa de noticias de la tarde que co-presentaba. Berdugo seguirá apareciendo en otros espacios de opinión de la cadena. Su directora, Galit Eltstein, ha justificado la decisión en la necesidad de separar más claramente la información de la opinión. Netanyahu y sus correligionarios y aliados discrepan, y ven en la salida de Berdugo de las noticias un atropello a la libertad de expresión. “Están intentando acallar al último derechista que queda en la Radio del Ejército”, ha dicho el exprimer ministro.
Organizaciones musulmanas de Indonesia exigen la cancelación de una exposición sobre el Holocausto concebida por Yad Vashem que puede visitarse desde el 27 de enero en la única sinagoga del país. ¿La razón? La exposición es una forma encubierta de promover el establecimiento de relaciones con Israel. “Las comunidades judías y los descendientes de los judíos estén donde estén, incluyendo en Indonesia y [la provincia de] Sulawesi del Norte [donde funciona la exposición] deben también recordar con claridad y justicia los actos brutales perpetrados por los israelíes sionistas contra el pueblo palestino desde 1948”, dijo uno de los boicoteadores, el jefe de relaciones internacionales Consejo Indonesio de Ulemas, Sudarnoto Abdul Hakim. Según medios israelíes, Israel e Indonesia han mantenido intensos contactos diplomáticos en los últimos meses, pero el antisemitismo exacerbado de una parte sustancial de la población y la sociedad civil dificultan el establecimiento de relaciones entre ambos países.