Zelenski, durante su alocución ante la Knéset. Foto: Página web del Presidente de Ucrania.
Zelenski habló el domingo desde Kiev para la Knéset. El discurso fue proyectado también en una plaza de Tel Aviv, donde cientos de personas que portaban banderas de Ucrania le aplaudieron y mostraron su apoyo a la causa. Zelenski empezó por destacar el destino común de los ucranianos y de sus comunidades judías y citó a la líder israelí Golda Meir, nacida en Kiev: “Nosotros queremos seguir vivos. Nuestros vecinos nos quieren ver muertos. No es una cuestión que deje mucho espacio para el compromiso.” Zelenski trazó paralelos entre la Alemania de Hitler y la Rusia de Putin que ahora invade Ucrania. La ocupación por la fuerza de otros países y los miles de muertos. Las ciudades devastadas y los ríos de desplazados. Pero también “la solución final”, elevó el tiro Zelenski. Putin quiere destruir a Ucrania como quiso hacerlo con los judíos. Entonces, dijo Zelenski, Hitler hablaba de “la solución final al problema judío”. Hoy en Rusia vuelve a hablarse de “solución final”, pero “al problema ucraniano”. Como entonces, el pretexto es una supuesta amenaza para la seguridad del agresor. Esta parte del discurso de Zelenski ha sido criticada porque equipara erróneamente el Holocausto con una guerra injustificada de castigo y de conquista llevada a cabo por un régimen supremacista que, sin embargo, nada tiene que ver con el asesinato a escala industrial, incluso en el propio territorio del agresor y en tiempos de paz, de un pueblo entero del que se perseguía la aniquilación completa, física. Estoy de acuerdo con el argumento de los críticos, pero me guardo el reproche moral. Zelenski pide desesperadamente ayuda para salvar a su país y evitar miles de muertos, y lo hace con todas las armas a su alcance. No creo que puedan exigírsele sutilidades filosóficas a quien se juega la supervivencia de su pueblo bajo las bombas. Como ya hizo ante otros parlamentos, Zelenski les recriminó a los diputados la tibieza de su país a la hora de ayudar a Ucrania. “La indiferencia mata”, dijo ante la Knéset, y añadió que “se puede mediar entre Estados, pero no entre el bien y el mal”. Zelenski terminó con dos peticiones concretas. “Todos en Israel saben que vuestro sistema de misiles es el mejor … Sabéis como defender los intereses de vuestro Estado, los intereses de vuestro pueblo. No cabe duda de que podéis ayudarnos a proteger nuestras vidas, las vidas de los ucranianos, las vidas de los judíos ucranianos.” Zelenski se refería al sistema defensivo de misiles conocido como Cúpula de Hierro. Ucrania lleva meses, si no años, queriendo comprarle esta tecnología a Estados Unidos y a Israel. Pero, en tanto que uno de los dos socios que la ha desarrollado, Israel veta la operación por miedo a enfadar a Rusia, que, en palabras de Natan Sharanksi, “tiene las llaves del cielo en Oriente Medio” desde que Obama invitara a Putin a establecerse militarmente en Siria. Zelenski también emplazó a Israel a sumarse a las sanciones occidentales contra Rusia. “Uno puede preguntarse por qué no recibimos vuestras armas. O por qué Israel no ha impuesto sanciones duras contra Rusia. Por qué no pone presión sobre los negocios rusos. Pero depende de vosotros, queridos hermanos y hermanas, elegir la respuesta. Y tendréis que vivir con esa respuesta, pueblo de Israel”.
Buenos días.
Les envío el artículo que acabo de publicar en el periódico ABC de Madrid sobre Irán: https://abcblogs.abc.es/jorge-cachinero/otros-temas/como-combate-iran-en-la-zona-gris.html
Espero que sea de su interés.
Gracias y saludos,
Jorge Cachinero