La sospechosa inminencia de la incursión terrestre
Militares israelíes insisten casi a diario en que la incursión terrestre a Gaza es inminente. Me resulta sospechosa esa insistencia y me hace pensar que busca provocar un efecto similar (en su naturaleza, no en los detalles) al que provocó aquel famoso tuit de la guerra de mayo del 21 en la franja. “Tropas aéreas y terrestres de las Fuerzas de Defensa de Israel están atacando ahora la franja de Gaza”. Con pocas excepciones, los medios interpretaron que habían entrado, cuando en realidad el ataque por tierra consistía en fuego de artillería desde territorio israelí. El objetivo, se dijo después, era sacar a los terroristas de Hamás de sus madrigueras para acabar con ellos desde el aire. Al parecer la estrategia funcionó.
Siguen dando por buenas los medios las cifras de civiles muertos que salen a diario de la franja de Gaza. Tres mil, cuatro mil. Y entre ellos centenares de niños. La primera pregunta que se impone es si Hamás, que es la fuente de estos balances, ha sacado o no del cómputo a los quinientos falsos muertos del falso ataque israelí contra un hospital. Planteársela es inevitable para todo el que aspire a informar con cierta justicia del conflicto. El engaño descubierto del hospital debería ser suficiente para dejar de dar validez a todos los balances que salen y han salido de la franja de Gaza.
El otro día en i24NEWS le preguntaron al exmilitar israelí Eitan Dangot por la supuesta entrada a Gaza sin supervisión de uno de los convoyes de ayuda humanitaria que se envía desde Egipto. Un alto cargo de la ONU había asegurado a los medios que los camiones no habían sido inspeccionados para comprobar que no transportaban armas, pese a que esa era una de las exigencias de Israel pera permitir el funcionamiento del corredor. Israel desmintió después la información. No hay motivo para no creer a Jerusalén en esto y parece que el funcionario de la ONU hizo la afirmación para resaltar que habían hecho pasar la ayuda con la máxima rapidez posible, lo que puede verse como otra prueba de la parte a la que sirve la organización.
Pero no es esto lo que me interesa aquí. Dangot respondió a la estupefacción de la presentadora (he visto dos programas de i24NEWS y en los dos era evidente lo afectadas que están sus presentadoras israelíes, por la masacre de Hamás y por las reacciones) con una curiosa naturalidad. Claro que no me sorprende, le dijo. Dangot fue en su día el responsable del Tsahal para los territorios palestinos. Siempre supimos, recordó de aquellos días, que con la ayuda humanitaria que dejábamos entrar en Gaza colaban armas. Y aún así lo permitíamos porque el coste de dejar pasar esas armas que podían ser un 15 por ciento de la carga total de los convoyes era menor que las consecuencias diplomáticas de no dejar entrar la ayuda. Lo que hacía en estos casos el Ejército era contar, a la hora de planificar sus operaciones, con ese refuerzo al enemigo que se había asumido como un factor negativo pero inevitable en el conjunto de la ecuación.