Lev Tahor en Bosnia y una derrota china
Una investigación del ejército israelí ha concluido que tres soldados de un batallón que opera exclusivamente en Cisjordania actuaron de manera incorrecta en el incidente en el que murió el palestino-americano de 78 años Omar As’ad. A principios de este mes, As’ad fue maniatado y amordazado para que no gritara tras negarse a identificarse en un control del ejército israelí en Cisjordania. Al desmontar el punto de control y proceder a soltarle, los militares descubrieron que As’ad había sufrido un ataque letal al corazón. Dos de los soldados implicados serán suspendidos hasta que se decida si se presentan cargos contra ellos. La muerte del anciano bajo la custodia del ejército ha provocado protestas al más alto nivel en Estados Unidos.
Amnistía Internacional publicará hoy en su totalidad un informe en el que califica de apartheid el trato de Israel a los palestinos en Cisjordania. Amnistía sigue así los pasos de HRW, otra gran ONG internacional acusada de ser arbitrariamente antiisraelí que hizo lo propio el año pasado. El ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, ha criticado el “lenguaje extremo” que Amnistía utiliza en el informe, que a juicio de Lapid también “distorsiona el contexto histórico” para “demonizar a Israel” y “poner gasolina en los motores del antisemitismo”. Lapid ha lamentado que Israel sea el único país del mundo digno de ser calificado de apartheid a ojos de Amnistía.
El presidente de Israel Isaac Herzog recordó el lunes en la Gran Mezquita de Abú Dabí que “sólo hay dos alternativas” para Oriente Medio. La “paz, prosperidad, cooperación, inversiones conjuntas y un horizonte positivo para la gente” o la “desestabilización” de otros países y el “terrorismo” internacional que promueve Irán. Su visita histórica a los Emiratos, dijo Herzog, simboliza la primera de esas dos opciones.
Un grupo de 37 integrantes de la secta integrista judía Lev Tahor lograron entrar en Bosnia en noviembre y siguen viviendo en ese país de la ex-Yugoslavia. Estos miembros de la secta son de nacionalidad estadounidense, canadiense y guatemalteca. Decenas de adeptos de Lev Tahor buscan un lugar en el que asentarse desde que dejaran el año pasado Guatemala, donde habían llegado procedentes de Canadá tras huir previamente de Israel y Estados Unidos. La intención inicial del grupo era pedir asilo en Irán. Varios miembros de Lev Tahor volaron a finales del año pasado al Kurdistán iraquí, desde donde pretendían entrar a Irán. Lev Tahor comparte con el régimen de los ayatolás su hostilidad al Estado judío. Con la colaboración de otros países, Israel y Estados Unidos han intentado evitar que integrantes del grupo entren en territorio iraní, pues temen que Teherán los utilice como rehenes por su condición de judíos y de ciudadanos de países occidentales. La secta es conocida como “los talibanes judíos” por su interpretación extrema de la religión, y ha tenido problemas con la justicia en todos los países en los que ha estado. Miembros de Lev Tahor han sido condenados en Estados Unidos por secuestro de menores y matrimonios forzados de niños. Un grupo de exadeptos a la secta trabaja sin descanso para localizar y sacar de Lev Tahor a sus familiares.
Un consorcio formado por la francesa Alstom y dos empresas israelíes construirá la Línea Verde del tren ligero de Tel Aviv, mientras que la española CAF se encargará de las obras para crear la Línea Violeta. Las empresas chinas que optaban a conseguir las obras han sido derrotadas en la licitación. El proyecto es uno de los más ambiciosos de la historia de Israel. Estados Unidos había presionado al gobierno israelí para que no permita la entrada de empresas chinas en la construcción de más infraestructuras estratégicas en Israel.
La Knéset ha aprobado en primera lectura (son necesarias otras dos) la ley que aumenta progresivamente las cuotas de ultraortodoxos que deben servir en el ejército si las comunidades jaredíes no quieren ver reducidos los subsidios que reciben del Estado.
Pilotos comerciales israelíes se han quejado de interferencias en los sistemas de localización de los aviones causadas por las medidas electrónicas de defensa utilizadas por los militares rusos desplegados en Siria. Jerusalén ha comunicado el problema a Moscú, que insiste en que las medidas son indispensables para garantizar la seguridad de sus efectivos. Mientras tanto, la complacencia de Rusia ante los ataques aéreos de Israel contra objetivos militares en Siria ha empezado a provocar malestar en el país árabe. Algunas voces han llegado a pedir al presidente sirio Asad que expulse a sus protectores rusos por “dar luz verde” a los ataques de Israel, que tiene un acuerdo más o menos tácito con Moscú para que Rusia no utilice sus sistemas antiaéreos contra los aviones de guerra israelíes que atacan Siria.