Lunes, 18 de octubre
En una demostración de músculo militar y diplomático, Israel lleva a cabo estos días una nueva edición del ejercicio militar conjunto conocido como Bandera Azul, en el que participan también las fuerzas aéreas de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Grecia e India. El ejercicio comenzó el domingo con el vuelo sobre Jerusalén de varios cazas israelíes y alemanes.
Bandera Azul coincide con la visita oficial a Israel del ministro de Exteriores de India, Subrahmanyam Jaishankar, que destacó en Jerusalén las intensas relaciones entre los dos países: “El grado de confianza entre nosotros es muy elevado”. El representante del país democrático más poblado del mundo dijo de Israel que “quizá sea, en muchos aspectos, nuestro socio más innovador y de confianza”. También estará en Israel esta semana la ministra de Exteriores sueca, Anna Linde. El viaje es parte de los esfuerzos de Jerusalén y Estocolmo por reparar unas relaciones bilaterales que estaban bajo mínimos desde 2014, cuando el Gobierno sueco reconoció el Estado palestino y criticó la política de Israel .
A finales de la semana pasada, un agente de la inteligencia siria que era también consejero de alto rango del presidente Asad fue asesinado cerca de la frontera con Israel. Madhat al-Saleh trabajaba para redoblar la presencia militar iraní en la frontera siria con Israel y, según varias informaciones, cayó muerto al ser alcanzado por un francotirador israelí. En declaraciones a Associated Press, el analista Yoel Guzansky expresa dudas sobre la autoría israelí del asesinato, al considerar que Al-Saleh no constituía un objetivo prioritario para Israel. Este experto en Irán del Instituto para los Estudios de Seguridad Nacional ha agregado, sin embargo, que, de confirmarse la responsabilidad israelí, es la primera vez que Israel utiliza a un francotirador para eliminar a un objetivo al otro lado de la frontera. Según Guzansky, Israel habría querido enviar un mensaje claro a Teherán y Damasco de que está dispuesto a responder con más contundencia a sus actividades en la zona de frontera.
Con el comienzo de la temporada de recogida de la aceituna se disparan los ataques a trabajadores del campo palestinos por parte de residentes judíos en los asentamientos de Cisjordania. Medios árabes e israelíes hablan de decenas de incidentes en que los llamados colonos han agredido a palestinos o dañado sus vehículos, les han robado la cosecha o han arrancado olivos y árboles frutales de campos de propiedad árabe. (Al Jazeera)
El sector tecnológico israelí sigue experimentando un crecimiento sin precedentes, según datos recogidos por la publicación especializada Israeli Tech Review. En los primeros nueve meses de 2021, las tecnológicas israelíes atrajeron un 71 por ciento más de inversiones que en todo 2020.
Esta pujanza se debe en gran parte a las empresas de ciberseguridad, que tienen cada vez más trabajo ante los ataques masivos lanzados, al parecer, por háckers a sueldo de Irán. Sólo en los últimos días, las autoridades israelíes han frustrado 9 ciberataques contra hospitales y centros médicos en Israel. Un informe encargado por Google sitúa a Israel como el país del mundo que más ciberataques de ransomware (bloqueo de un sistema informático para pedir una recompensa) sufrió el año pasado. Entre enero de 2020 y septiembre de este año, Israel ha experimentado un incremento del número de ataques ransomware de casi el 600 %. (Times of Israel)
La policía israelí ha detenido a tres seguidores del rabino ultraortodoxo Eliezer Berland por su supuesta implicación en dos asesinatos no resueltos cometidos en 1986 y 1990. Los asesinatos habrían sido perpetrados por las llamadas “patrullas de la modestia”, grupos formados por ultraortodoxos radicales que imponían mediante la violencia sus estrictos códigos de comportamiento. La policía investiga si Berland, un jasídico del movimiento Breslov que lidera una secta llamada Shuvu Banim, ordenó personalmente el secuestro y asesinato de las dos víctimas. Berland ejerce un control casi absoluto de sus seguidores, y tiene él mismo una historia criminal y peliculesca de la que escribí aquí hace años, cuando seguí en Sudáfrica el proceso para su extradición por delitos sexuales a Israel.