Luz entre las naciones y no más judíos con pañuelo jordano
Irán respondió ayer a la devastación causada por EEUU a su programa nuclear con un tímido ataque contra la base que el Ejército americano tiene en Qatar. No dejó ningún herido ni destruyó nada. Trump se burló en Truth Social de este “ataque muy débil”: “Quiero darle las gracias a Irán por avisarnos antes, lo que hizo posible que no se perdieran vidas ni hubiera ningún herido”.
Horas después volvía al teclado para anunciar un alto el fuego de 12 horas aceptado por ambas partes que pondrá fin al conflicto. Israel está exultante con el resultado de esta guerra (Trump la llamó “de los 12 días) e Irán ya ha dicho, negando que esté aceptando ningún alto el fuego, que lo aceptará si Israel deja de atacar primero.
Los ataques iraníes sí dejaron ayer tres muertos en la ciudad de Beersheva.
Al transitar el camino que abrió Israel, Trump ha logrado desmantelar el programa nuclear iraní sin una sola baja americana. Con sus científicos más destacados asesinados, con su cúpula militar y terrorista eliminada y sus satélites principales, Hezbolá y Hamás, reducidos a la nada, Irán no sólo ha perdido el anillo de fuego que creó en torno a Israel. Tampoco tiene ya el menor respeto de su población. Ha perdido la perspectiva en construir una Bomba en la que invirtió décadas y ni siquiera amenaza ya a Israel con su hasta ahora gran arsenal de misiles balísticos, pues prácticamente todas sus lanzaderas han sido destruidas por el Tsahal.
Antes de que Trump hiciera el anuncio del alto el fuego, la aviación israelí bombardeó varios objetivos simbólicos (aunque no sólo). Entre ellos el reloj que en las calles de Teherán marcaba la cuenta atrás de la destrucción de Israel en 2040.
Israel también bombardeó el portón de entrada (que también podría serlo de salida) del penal de Evin, famoso por ser lugar de detención de disidentes en Irán.
Cuando tienen un día bueno, la mayoría de Gobiernos escriben tuits por la liberación de este o aquel preso. Nadie como ha hecho Israel ha bombardeado una cárcel para que se escapen los presos buenos.
Una de las pocas cosas malas de que termine esta guerra será, como decía ayer Yeshiva World en uno de sus updates, que ya no salgan más fotos de judíos saliendo de Israel a través de países vecinos amigos árabes disfrazados de gentiles (sobre todo de árabes). Nótense el escaso arte que muestran al anudarse el pañuelo estos hombres fotografiados en el aeropuerto de Amán. El sombrero de vaquero del señor de la derecha (para no dejar ver la kipá sin descubrirse la cabeza) y los tzitzit (flecos) del talit que asoman bajo la chaqueta del falso jordano que aparece en la última.