Más nación, menos religión y drones iraníes para Venezuela
Quizá por nuestros muchos problemas, me da la sensación de que la opinión pública española está cada vez más ensimismada y aislada del exterior. Estamos absorbidos por la debacle del PP y apenas le hemos prestado atención a la gravísima agresión de Putin a Ucrania, cuyo desenlace va a definir el futuro de las relaciones internacionales y afectará de lleno a Europa. Y, por supuesto, se nos están pasando los cambios importantísimos que están aconteciendo en Oriente Medio. El director de El Medio Mario Noya explica uno de los más importantes en un artículo imprescindible: Más nación, menos religión. Viene a contarnos el periodista que Arabia Saudí, uno de los pesos pesados del mundo árabe y musulmán, está renunciado a la versión wahabí del Islam que utilizaba hasta ahora para explicarse a sí misma y apuesta ahora por poner el foco en su identidad política como Estado nacional. Una de las fuentes de inspiración es su nuevo aliado israelí. El sionismo creó una identidad laica basada en la historia política de los judíos -mucho más remota que la de los saudíes- que desplazó a la religión como gran elemento cohesionador del pueblo elegido. Riad no sólo mira a Israel para hacer lo mismo. También puede acceder a sus consejos y su ayuda en este nuevo Oriente Medio de cooperación entre judíos y árabes frente la agresividad, esta sí de raíz religiosa, de los regímenes gamberros en Irán y Turquía. Para los detalles sobre el proceso de reinvención saudí, lean aquí el artículo de Mario Noya.
Más de 24 horas después del discurso hitlerista de Putin, Israel sigue guardando silencio y es la única democracia occidental que no ha condenado la agresión continuada de Rusia a Ucrania. He dicho aquí repetidamente que Israel necesita estar en buenos términos con Putin para que le permita seguir bombardeando objetivos hostiles en Siria, donde el autócrata ruso ejerce una enorme influencia y tiene desplegadas tropas. En realidad, no se trata únicamente de los bombardeos. Como ha dicho el editor en jefe del Jerusalem Post, Yaakov Katz, la fuerza militar desplegada por Putin en Siria convierte a Israel en un país fronterizo con Rusia. Y las implicaciones de tener a tropas rusas en al lado de casa son variadas, imprevisibles y van más allá, en el caso de Israel, de la coordinación de los ataques aéreos que apuntaba. Además de todo esto, en Rusia vive una de las comunidades judías más numerosas del mundo, por lo que Israel debe tener cuidado de no enfadar demasiado a Putin sin tensar en exceso las relaciones con Ucrania, un gran aliado de su principal aliado, EEUU, en cuyo territorio también viven muchos judíos. (Algunos de los judíos en Rusia y Ucrania tienen además nacionalidad israelí.)
En una reunión con líderes judíos de Estados Unidos, el ministro de Defensa israelí Benny Gantz les advirtió de que el régimen chavista de Venezuela está importando tecnología letal iraní que Caracas podría utilizar para desestabilizar también militarmente a América (continente). “Esta imagen”, dijo Gantz aportando una prueba gráfica, “muestra al presidente de Venezuela presentando un modelo del dron iraní Mohajer”. Además de “estar desarrollando drones iraníes”, Venezuela importa munición para este tipo de aparatos. Israel insiste en subrayar ante sus aliados internacionales la necesidad de que cualquier acuerdo con Irán obligue a los ayatolás a dejar de promover el terrorismo en otros países. Jerusalén cree que Europa y Estados Unidos no entienden la gravedad de la amenaza militar que supone Irán más allá de sus ambiciones nucleares.
El magnate ruso-portugués-israelí y dueño del Chelsea Roman Abramovich ha hecho una donación multimillonaria “de ocho dígitos” a Yad Vashem, la institución israelí dedicada a preservar y promover la memoria del Holocausto. El anuncio lo ha hecho el director de Yad Vashem, el argentino-israelí Dani Dayán, justo cuando el Reino Unido, donde tiene invertido parte de su dinero Abramovich, ha empezado a sancionar a oligarcas cercanos al Kremlin como castigo por la agresión rusa a Ucrania. Abramovich está en todas las quinielas de posibles sancionados en caso de que Boris Johnson amplíe la lista inicial de tres empresarios rusos contra los que ya ha tomado represalias. ¿Está construyendo su defensa Abramovich por si le toca a él?