No más zonas rojas, violencia árabe y un apunte sobre la relación con China
Después de registrar una cifra récord de nuevos casos, Israel levantó la pasada medianoche la prohibición de entrada a viajeros procedentes de zonas declaradas rojas por los altos índices de contagios de covid. El director general del ministerio de Sanidad, Nachman Ash, explicó que la explosión de casos de ómicron en el propio Israel hace inútil el cierre de fronteras decretado para evitar la propagación masiva del virus.
Hussein Issawi, de 43 años, fue asesinado ayer a tiros en la ciudad israelí de Lod, en la segunda muerte provocada por la violencia entre grupos de delincuentes en las comunidades árabes de Israel en 2022. La primera víctima del año fue Ammar Muhammad Hujayrat, un niño de 4 años que murió tras ser alcanzado por una bala perdida mientras jugaba en un parque de un pueblo del norte del país. Varias personas han sido detenidas por su supuesta relación con las dos muertes, que no tienen conexión entre sí. La violencia intracomunitaria entre delincuentes árabes israelíes se cobró en 2021 un total de 126 víctimas. El gobierno declaró el fenómeno una emergencia nacional y ha invertido ingentes cantidades de tiempo y dinero en combatirlo.
En respuesta a la insistencia de Estados Unidos para que Israel renuncie a las inversiones chinas, especialmente en sectores estratégicos como las infraestructuras y la tecnología, un alto cargo israelí le ha dicho de manera anónima al corresponsal de Axios en Tel Aviv: “No tenemos dudas sobre quién es nuestro aliado más importante, y somos más conscientes y transparentes antes respecto a las inquietudes de Estados Unidos. Pero no vamos a dejar de hacer cosas con China que Estados Unidos no ha dejado de hacer”.