Para Israel no es una abstracción
La mayor parte de reacciones a los cataclismos que se dan en el mundo son antes que nada postureo informado casi siempre por la imitación. ¿Qué han dicho Estados Unidos u otros actores de referencia sobre el tema? ¿Qué se espera que diga yo? La caída en una ofensiva de poco más de una semana del régimen de Asad en Siria es un buen ejemplo de esto.
La ecuación no puede aplicársele a Israel. Por una parte por la cercanía de Siria a sus fronteras, y también por la hostilidad que prácticamente todos los agentes implicados en esa guerra civil árabe han mostrado hacia Israel. Pero hay un factor más (por el que no puede aplicársele a Israel la ecuación). Que, a diferencia de otros países potencialmente amenazados, Israel se toma en serio su propia supervivencia. Quiero decir con esto que no estoy seguro de que España reaccionara con algo distinto al postureo de encontrarse ante los peligros que acechan al Estado hebreo. (Así lo hizo una mitad política del país en el 11-M y aún estamos pagando las consecuencias).
Hago esta reflexión a cuenta de los audaces bombardeos del Tsahal contra los arsenales del Ejército del depuesto Asad. Como ha explicado el mismo Ejército israelí, Israel ha respondido al vacío temporal de poder en Siria destruyendo más del 80 por ciento de las capacidades del Ejército sirio. El objetivo es que el armamento no cayera en manos de los rebeldes islamistas triunfantes, porque muy raro sería que nos sorprendieran buscando una coexistencia pacífica con el vecino judío. Según han informado algunos medios, la liquidación de las defensas antiaéreas sirias también facilitarían a Israel posibles ataques de sus aviones contra Irán y su programa nuclear.
Mientras muchos se entretienen en X haciendo conjeturas sobre el rumbo que tomará la nueva Siria de la guerrilla islamista de Erdogan, Israel ha corrido a prevenir potenciales consecuencias negativas para no depender enteramente de la buena voluntad de los yihadistas.