Estados Unidos y Europa están secando a sanciones al autócrata ruso Vladimir Putin, pero pronto firmarán un acuerdo nuclear con Irán que facilitará el acceso de los ayatolás a miles de millones de dólares sin que estos renuncien a sus ambiciones atómicas ni desmantelen su maquinaria de terrorismo y desestabilización internacional. Gabriel Noronha fue entre 2019 y 2020 Consejero Especial para Irán en el Departamento de Estado de EEUU. Noronha lleva meses advirtiendo del desastre que se está negociando con Irán y acaba de escribir un artículo explicándolo en la revista Tablet. En el mejor de los casos, el acuerdo que podría firmarse en días retrasará unos pocos años la carrera de los ayatolás hacia la bomba. Pero no la detendrá ni pondrá fin a los atentados y las guerras en otros países que son ya una seña de la política exterior de la Revolución Islámica. Comprometiéndose a muy poco, explica Noronha, Teherán obtiene del acuerdo el fin de las sanciones para sus peores carniceros. Instituciones financieras como el Banco Central o el Fondo Nacional de Desarrollo, que han financiado durante décadas las actividades criminales de la Guardia Revolucionaria Islámica y sus satélites en todo el mundo, también dejarán de estar sancionadas, igual que la empresa nacional petrolera y su naviera. En total, calcula Noronha, el acuerdo dará acceso a Irán a 90.000 millones de dólares que ahora tiene congelados fuera de sus fronteras. El régimen obtendrá también más de 50.000 millones anuales de beneficios de la reanudación de las exportaciones de crudo y productos petroquímicos. Estas sanciones económicas, advierte Noronha, no tienen que ver con el programa nuclear iraní, sino con sus actividades internacionales de terrorismo. Pero el acuerdo levanta esas sanciones sin que contenga una sola cláusula que obligue a Irán a renunciar a las acciones que las motivaron.
Natan Sharanski también se refirió al acuerdo nuclear iraní en la entrevista con Tablet que cité ayer aquí. “El mundo libre está tomando medidas para quitarle miles de millones de dólares a Putin y, al mismo tiempo, va a permitir que Irán reciba miles de millones de dólares.” Igual que ocurrió con el pacto nuclear que se firmó con Obama, el que se negocia ahora “no conlleva ninguna obligación para Irán de renunciar a su actividad terrorista en la región o a su objetivo de destruir el Estado de Israel.” Reforzando una vez más a los enemigos de Israel, explica Sharanski, Occidente obliga al Estado judío a seguir dependiendo de Putin -que se implantó en Oriente Medio gracias a Obama- a la hora de garantizar su seguridad.
El Gobierno de Londres ha congelado todos los activos en el Reino Unido del magnate ruso-israelí Roman Abramovich por su conexión con el régimen de Putin. Después de pedir hace unos días que no le sancionaran, Yad Vashem ha renunciado a su colaboración con Abramovich, que era uno de los grandes donantes de la institución israelí dedicada al estudio del Holocausto y a la promoción de su memoria.
Lean por favor, en original en inglés o con google translate, mi crónica sobre los operaciones judías para asistir a los refugiados ucranianos en el paso fronterizo de Siret, en el noreste de Rumanía. La ha publicado la Jewish Telegraphic Agency y es uno de los trabajos que más he disfrutado en toda mi carrera.
“Regreso de la Guerra Fría al Sahel y al Magreb”.
Le envío el último artículo que acabo de publicar en mi blog del periódico ABC de Madrid por si fuera de su interés: https://abcblogs.abc.es/jorge-cachinero/otros-temas/regresa-la-guerra-fria-al-sahel-y-al-magreb.html
Muchas gracias y saludos cordiales.
Jorge Cachinero