Tambores de guerra, Bennett en Rusia y dos 'shabbos goy'
Según el Canal 12 israelí, la Fuerza Aérea de Israel ha empezado a preparar un hipotético ataque contra infraestructuras del programa nuclear iraní. La información se conoce en pleno desarrollo del ejercicio militar conjunto que se está llevando a cabo en Israel entre las fuerzas aéreas israelíes y de Alemania, Italia, Reino Unido, Francia, India, Grecia y los Estados Unidos, que envía un mensaje contunde sobre las capacidades aéreas de Israel y sus socios y, sobre todo, demuestra la fortaleza de sus alianzas. Mientras tanto, Teherán comenzó el jueves su ejercicio aéreo de defensa anual, en el que se prueban "bombarderos, cazas y drones de vigilancia y de ataque”, además de “armamento pesado que incluye misiles guiados por láser”, informa AP. Al tiempo que la Administración Biden y la UE siguen mendigando un acuerdo nuclear que Irán desprecia cada día por la vía de los hechos, los tambores de guerra entre Teherán y Jerusalén suenan cada vez más fuerte. En palabras del ministro de Finanzas israelí, Avigdor Liberman, “una confrontación con Irán es sólo cuestión de tiempo, y no de mucho tiempo”. El político nacido en la exrepública soviética de Moldavia también explicó por qué: “ningún proceso diplomático y ningún acuerdo detendrá el programa nuclear de Irán”.
El primer ministro israelí Naftali Bennett ha aterrizado en la ciudad rusa de Sochi, en la costa del Mar Negro, para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin. Según la prensa israelí, la cuestión iraní será uno de los temas a tratar durante la visita de Bennett, que apenas durará unas horas. Rusia mantiene estrechas relaciones con Irán y con Siria, y es de esperar que el primer ministro israelí intente convencer a Putin de que utilice su influencia para templar la campaña de acciones hostiles de estos dos regímenes. Según Israel Hayom, Bennett también pedirá a Putin que haga valer este ascendente para evitar que fuerzas iraníes en Siria tomen posiciones permanentes cerca de la frontera norte de Israel. Rusia tiene una importante presencia militar en Siria, donde Israel ha atacado a grupos e infraestructuras iraníes y del régimen de Asad. El pasado mes de agosto, baterías antiaéreas del Ejército ruso interceptaron 22 misiles lanzados por Israel contra objetivos en Siria. Dos semanas después de aquello, un misil de fabricación rusa lanzado desde Siria cayó sin causar víctimas en el centro de Israel. Pese a todo, Rusia e Israel mantienen una relación fluida basada en el pragmatismo, debido, en parte, al millón de inmigrantes rusos de origen judío que se han establecido en Israel. (Jerusalem Post)
En otro orden de cosas, Israel anunció ayer que volverá a permitir la entrada al país de turistas vacunados o con inmunidad natural contra la covid a partir del 1 de noviembre. El levantamiento de la prohibición de entrar a Israel no beneficiará a los viajeros procedentes de zonas consideradas de riesgo.
La muerte esta semana del exsecretario de Estado estadounidense Colin Powell fue recibida en Israel con muestras de aprecio hacia el político republicano de todo el espectro político israelí. Powell fue reconocido unánimemente como un gran amigo de Israel. Pero su relación con el mundo judío no acaba ahí. Como recuerda un artículo de Nathan Lewin publicado hoy en la revista Tabletmag, Powell hizo en su adolescencia de ‘shabbos goy’ o gentil del Shabat, el nombre en yidish que reciben los no judíos que hacen trabajos prohibidos para los judíos durante el shabat, como conducir, encender y apagar luces o utilizar máquinas. El joven Powell atendía la tienda de su empleador, un judío ortodoxo, durante el día santo hebreo, e incluso apagaba las luces de una sinagoga del Bronx. Lewin cuenta también cómo se enteró de que otro afroamericano de éxito, el primer negro en sentarse en la Corte Suprema, Thurgood Marshall, también se ganó en su día la vida como ‘shabbos goy’. Fue cuando el juez entrevistaba al joven Lewin para un trabajo en el tribunal. El candidato sintió la necesidad de decirle que, como judío religioso, no trabajaría en Shabat ni en las fiestas judías. “Primero está Rosh Hashaná, y luego viene nuestro día más sagrado del año, Yom Kipur”, le dijo Lewin al juez, que contestó sin esfuerzo: “Sí, y después viene Sucot, Shemini Atzere y Simjat Torá”. El conocimiento de la tradición judía del magistrado negro dejó atónito al candidato. “Correcto. Pero, ¿cómo es que sabe todo eso?” “Muy fácil, contestó Marshall. “Crecí en un barrio judío de Baltimore y llegué a ganar algo de dinero apagando las luces de las casas los viernes por la noche.”