Un acuerdo a cualquier precio

• En señal de buena voluntad en las negociaciones para llegar a un nuevo acuerdo nuclear, la Administración Biden acaba de levantar algunas de las sanciones vigentes contra Irán. La medida permite a empresas extranjeras implicarse en proyectos nucleares civiles de Teherán sin exponerse a represalias por parte de Estados Unidos. La idea -a mi modo de ver un tanto estrambótica- es que Irán aproveche la oportunidad para acometer mejoras en sus instalaciones nucleares en una dirección que haga más difícil el uso de éstas para el desarrollo de armas. Según el Daily Mail, el alivio de las sanciones permite al régimen de los ayatolás acceder a 29.000 millones de dólares de cuentas que tenía congeladas en el extranjero.

• Estados Unidos parece estar desesperado por resucitar el acuerdo nuclear a cualquier precio. Una información de una televisión israelí contaba este fin de semana que Israel teme que el nuevo acuerdo se produzca con un programa nuclear iraní lo suficientemente avanzado como para que el régimen pueda desarrollar armas atómicas en apenas unos meses, en caso de que vuelva a romperse el acuerdo o Irán no lo respete. “Es mejor estar a meses [de la bomba] que a semanas, que es lo que ocurriría si no se firma un acuerdo”, declararon fuentes estadounidenses sobre los temores de Israel.

• Israel sigue advirtiendo de los peligros de un mal acuerdo como el que se está perfilando (entre otras cosas, el acuerdo no obligaría a Irán a renunciar a sus declaradas intenciones genocidas respecto a Israel, ni a dejar de desestabilizar la región con el terrorismo). “Nuestra posición es conocida y clara”, ha declarado el primer ministro israelí Bennett. Un acuerdo como el que se negocia “afectará a las opciones” de tomar medidas drásticas contra el programa nuclear iraní por parte de los aliados occidentales de los israelíes. “El que piense que un acuerdo aumentará la estabilidad está equivocado”, agregó el primer ministro. Un acuerdo “retrasará de manera temporal el enriquecimiento [de uranio], pero todos nosotros en la región pagaremos un precio desproporcionadamente alto por ello.” Bennett se refiere a las consecuencias que tendrá un Irán sustancialmente más rico, y por tanto capaz de armar mejor a sus franquicias de terror en la zona, gracias al levantamiento de las sanciones económicas si se llega a un acuerdo. El primer ministro recordó que Teherán ha redoblado sus actos de terrorismo en la región en las últimas semanas, a través de ataques con dron contra los Emiratos Árabes Unidos por parte de los rebeldes hutíes del Yemen a los que Irán patrocina y maneja. Esta intensificación de la violencia precede a la fase crucial de las negociaciones para el pacto nuclear con Irán. “Así es como se hacen las negociaciones al estilo Teherán”, dijo Bennett. El primer ministro insistió en que Israel no formará parte del acuerdo y se reservar por tanto “libertad de acción” para atacar el programa nuclear iraní aunque el pacto se haya firmado. Bennett recordó que Israel se está preparando a conciencia a tales efectos.

• El director del MEPIN (Middle East Political Information Network) Eric R. Mandel escribe en un artículo para el Jerusalem Post que Irán está colocando sus arsenales militares en Siria cerca de instalaciones rusas en el país árabe, con la esperanza de que la aviación israelí cometa un error y provoque bajas entre los hombres de Putin en uno de sus ataques. La idea es dinamitar la cooperación israelo-rusa que permite a Jerusalén destruir armamento e infraestructuras de milicias pro-iraníes en Siria sin interferencia rusa.

• Valga esta noticia para hacernos una idea de la importancia histórica de los lazos entre Israel y países del Golfo como Bahréin o los Emiratos. Kuwait ha prohibido una película basada en una novela de Agatha Christie, Muerte en el Nilo, porque en el reparto está la actriz israelí Gal Gadot.