Una cooperante española y el niño Eitán
La cooperante española Juani (Ruiz) Rishmawi, de 63 años, ha admitido ante un tribunal militar israelí haber recaudado, a través de la ONG para la que trabajaba, fondos que fueron a parar al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), una organización declarada terrorista por Israel, la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá. La cooperante ha reconocido su culpabilidad a cambio de una sentencia reducida de 13 meses de prisión. Rishmawi también habrá de pagar una multa de unos 16.000 dólares. “Según los hechos que ha reconocido, la acusada trabajó durante años para recaudar millones de shekels de varios países en Europa para los Comités de Trabajo para la Salud (HWC), que trabajaba para el FPLP”, dijo el ejército israelí. HWC es una de las seis ONGs palestinas prohibidas recientemente por Israel por actuar de fachada del FPLP. Según un comunicado emitido por el Shin Bet (servicio secreto interno israelí) con motivo de la detención de la cooperante en abril, estas ONGs “engañaban a organizaciones de ayuda humanitaria en Europa” presentando facturas y sueldos hinchados y proyectos y documentos falsos. El dinero se desviaba después para pagar indemnizaciones a familiares de terroristas muertos del FPLP, a reclutar nuevos miembros y a hacer propaganda del grupo. Según un vídeo publicado en tuiter por el Ministerio de Exteriores israelí, entre 2014 y 2016 la ONG para la que recaudaba fondos la española falsificó recibos para hacer ver que un proyecto financiado con dinero público español para suministrar medicinas en el este de Jerusalén costaría 700.000 euros. El proyecto costaba en realidad menos de 28.000 euros, y la diferencia se utilizó para financiar al FPLP. La trampa se repitió en muchos otros proyectos. Según el ejército israelí, Rishmawi sabía que parte del dinero que recaudada iba destinado a sufragar ataques terroristas. (Times of Israel)
Las autoridades italianas han emitido una orden de arresto contra el israelí Shmulik Peleg, abueno materno del niño ítalo-israelí de seis años Eitan Biran, que perdió a sus padres, su hermano y dos abuelos en un accidente de teleférico ocurrido en mayo en Italia. La justicia italiana acusa a Peleg de secuestrar al niño, que nació en Israel pero residía con sus padres en Italia, cuando se lo llevó en septiembre sin permiso de la casa de la tía del menor cerca de Milán, donde vivía desde la muerte de sus padres, para viajar con él a Suiza y volar desde allí a Israel en un avión privado. Un tribunal israelí estableció el mes pasado que Eitan debe ser devuelto a su tía (hermana del padre) en Italia, a quien un tribunal italiano había concedido su custodia legal tras el accidente. La batalla por la custodia de Eitan ha despertado enorme atención mediática en Israel e Italia, donde el abuelo materno del niño es visto casi sin excepciones como un secuestrador sin escrúpulos capaz de todo (incluso alquilar un avión privado) para arrebatarle el niño a la tía sacándolo de su entorno natural. Las cosas son distintas en Israel, donde una parte de la opinión pública entiende el razonamiento con el que Peleg parece justificar sus acciones: Israel es el hogar de los judíos y el lugar donde debe criarse Eitan.