El Correo de Israel cesa temporalmente su actividad
elcorreodeisrael.substack.com
Hace unos días anunciaba la conversión del hasta entonces matutino Correo de Israel en un boletín vespertino para adaptarlo a la nueva realidad de mis horarios. Después de unos pocos días -creo que no más de dos- haciendo este boletín por las tardes veo que sigo sin encontrar tiempo para hacerlo todo lo bien que quisiera. La guerra de Rusia contra Ucrania es, para mí, un cataclismo histórico de la magnitud de la invasión de Checoslovaquia y Polonia por parte de los nazis y de los comunistas. Por ello creo que requiere toda mi atención. Por una parte, leo últimamente casi exclusivamente sobre lo que pasa en Ucrania. He descuidado el frente israelí y esto hace que se resienta la calidad de las entradas. Desde hace unas tres semanas voy también cada día a ayudar a los refugiados que llegan a la estación de trenes de Bucarest. Voy todas las mañanas antes de trabajar, de cinco de la madrugada a por los menos las nueve. Esta nueva rutina ha cambiado mis costumbres y me deja menos tiempo para informarme y escribir con calma. Por todo ello creo que es mejor dejar de hacer, al menos por un tiempo, el Correo de Israel. Desde hace unas semanas es más una obligación que un placer escribirlo, y creo que se nota en los contenidos, que a veces son más un trámite que un trabajo hecho con el esmero que se merece el lector. Este será por tanto, al menos de momento, el último correo de Israel. Dejaré la cuenta activa y quizá cuando se acabe la guerra vuelva el Correo. Pase lo que pase, estaremos en contacto.
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El Correo de Israel cesa temporalmente su actividad
Hace unos días anunciaba la conversión del hasta entonces matutino Correo de Israel en un boletín vespertino para adaptarlo a la nueva realidad de mis horarios. Después de unos pocos días -creo que no más de dos- haciendo este boletín por las tardes veo que sigo sin encontrar tiempo para hacerlo todo lo bien que quisiera. La guerra de Rusia contra Ucrania es, para mí, un cataclismo histórico de la magnitud de la invasión de Checoslovaquia y Polonia por parte de los nazis y de los comunistas. Por ello creo que requiere toda mi atención. Por una parte, leo últimamente casi exclusivamente sobre lo que pasa en Ucrania. He descuidado el frente israelí y esto hace que se resienta la calidad de las entradas. Desde hace unas tres semanas voy también cada día a ayudar a los refugiados que llegan a la estación de trenes de Bucarest. Voy todas las mañanas antes de trabajar, de cinco de la madrugada a por los menos las nueve. Esta nueva rutina ha cambiado mis costumbres y me deja menos tiempo para informarme y escribir con calma. Por todo ello creo que es mejor dejar de hacer, al menos por un tiempo, el Correo de Israel. Desde hace unas semanas es más una obligación que un placer escribirlo, y creo que se nota en los contenidos, que a veces son más un trámite que un trabajo hecho con el esmero que se merece el lector. Este será por tanto, al menos de momento, el último correo de Israel. Dejaré la cuenta activa y quizá cuando se acabe la guerra vuelva el Correo. Pase lo que pase, estaremos en contacto.