Occidente insiste en no creerse a los radicales
Dos civiles han muerto y seis soldados han resultado heridos en un supuesto ataque israelí contra objetivos militares en Siria, según la televisión pública de Assad. En las últimas semanas, Israel ha golpeado en varias ocasiones infraestructuras del régimen sirio o de milicias pro-iraníes en territorio controlado por Damasco.
El ministro de Defensa israelí Benny Gantz reveló ayer el emplazamiento de dos bases iraníes desde las que Teherán ha lanzado drones para perpetrar ataques contra barcos de países enemigos en el mar. El ministro advirtió del uso creciente de dispositivos aéreos no tripulados en las operaciones iraníes, tanto para atacar objetivos en la región como para suplir con armamento a milicias aliadas en otros países. Gantz destacó que Irán trabaja para desarrollar infraestructura con la que Hezbolá pueda lanzar drones contra Israel desde Líbano, y se refirió a un incidente en 2018 en el que un dron dirigido por Teherán desde territorio sirio entró en el espacio aéreo israelí para hacer llegar material explosivo a terroristas palestinos en Cisjordania. “Sólo durante la pasada semana se han llevado a cabo 14 ataques con drones desde territorio yemení contra Arabia Saudita”, dijo Gantz. En los últimos meses, Hamás también ha intensificado el uso de drones en sus operaciones, aunque los dispositivos no eran lo suficientemente sofisticados como para sorprender a Israel. Las informaciones ofrecidas por Gantz son una prueba de la sofisticación del régimen de Teherán, que cuenta con recursos humanos muy superiores a los que tenían a su disposición los regímenes árabes que hostigaron a Israel durante décadas.
Gantz se refirió también al acuerdo nuclear iraní, después de que el New York Times publicara esta semana que Estados Unidos ha pedido a Israel que se abstenga de atacar objetivos del programa iraní mientras duren las negociaciones, de las que la semana que viene comienza una nueva ronda. Gantz insistió en las consecuencias desastrosas que tendría un Irán nuclear, y por tanto mucho más inmune a represalias por sus actividades de desestabilización y terrorismo en otros países, y pidió a Estados Unidos que no excluya una opción militar que es fundamental para disuadir a Teherán.
El ministro hizo esta intervención en un acto en la Universidad de Reichman de Herziliya en el que también intervinieron y hablaron de Irán el primer ministro Bennett y el ministro de Finanzas Avigdor Liberman. Bennett advirtió de que Irán se encuentra en el punto más avanzado hasta ahora de su proyecto atómico, y recordó que, aunque se llegue a un nuevo acuerdo nuclear, Israel no será parte del pacto y podrá, por tanto, reservarse la opción de usar la fuerza. Por su parte, Liberman afirmó que “Con o sin acuerdo, Irán será un Estado nuclear y tendrá un arma nuclear dentro de máximo 5 años”. Sus palabras reflejan el escepticismo israelí hacia un acuerdo con los iraníes que lleve a un levantamiento de las sanciones a Teherán mientras permita al régimen quedarse a las puertas de tener armas nucleares.
Volviendo a Bennett, el primer ministro también incidió en la necesidad de un cambio de estrategia para responder a un Irán que va sumando países títere en la región desde los que atacar a Israel y a otros enemigos como Estados Unidos y Arabia Saudita. “Los iraníes han rodeado al Estado de Israel con misiles mientras ellos están sentados tranquilamente en Teherán (…) Perseguir al terrorista de turno enviado por la Fuerza Quds ya no funcionada. Debemos ir a por el que los envía”, concluyó el primer ministro. De visita en el Reino Unido, el presidente de Israel Isaac Herzog pidió a Boris Johnson que actúe con contundencia para parar a Irán.
En su artículo de esta semana para Israel Hayom, el experto en seguridad Dan Schueftan advierte de los riesgos de llegar a un nuevo acuerdo nuclear que detenga los planes atómicos de Irán en el umbral de conseguir la bomba. Un Teherán cuasi nuclearizado podría conseguir capacidad militar atómica en cuestión de semanas, lo que haría muy arriesgado para sus enemigos tomar cualquier represalia de magnitud ante las actividades hostiles de los ayatolás. Además, el acuerdo pondría fin a las sanciones estadounidenses que ahora pesan sobre Irán y quienes comercian con Irán. El final de estas sanciones reforzaría al régimen con ingentes cantidades de dinero para poder destinar a un proyecto de hegemonía regional que ya divide y riega de sangre a varios países de la región. Irán tiene, además, aspiraciones de influencia en otros continentes, como lo demuestra su penetración de Venezuela, que es desde hace años una base de los terroristas de Hezbolá en Suramérica. Para Schueftan, Estados Unidos y el Occidente democrático en general siguen sin entender la lógica de los radicales. “Ellos creen que no son más que eslóganes ‘extremistas’ vacíos y que los líderes [son] eminentemente ‘racionales’ y actuarán ‘de manera pragmática’ cuando tengan ‘algo que perder’”. La realidad, en cambio, demuestra una y otra vez que el radicalismo no es una pose ni un medio, sino el fin en sí mismo. “Así es como [Occidente] malinterpretó al líder nazi Adolf Hitler. Al líder palestino Yasser Arafat, al presidente sirio Bashar Assad y al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, por nombrar a algunos”.
El ministro de Defensa Gantz ha llegado esta madrugada a Marruecos para firmar varios acuerdos militares con el país del Magreb, uno de los regímenes árabes que se han unido con más fuerza a los Acuerdos de Abraham de normalización con Israel.